Una de las bases en las que se apoya la exploración espacial es en el uso de cohetes que son lanzados para transportar personas y material hacia la Estación Espacial Internacional o a cualquier otra misión. Desde que los alquimistas chinos descubriesen la pólvora y usasen los primeros (e imprecisos cohetes), pasando por Julio Verne en De la Tierra a la Luna, la Segunda Guerra Mundial o la Carrera Espacial, los cohetes y el afán por su dominio y perfeccionamiento siempre ha estado presente. En el desarrollo de estos dispositivos encontramos nombres de afamados científicos, sin embargo, hay uno muy especial que pasó de diseñar cohetes para la Alemania Nazi (los temibles V2) a trabajar en el Saturno V para la NASA: Wernher von Braun.
Wernher Magnus Maximilian Freiherr von Braun (1912-1977) fue un ingeniero aeroespacial alemán (aunque se nacionalizó estadounidense en 1955) que está considerado, hoy en día, como una de las figuras más relevantes en el campo de los cohetes en el siglo XX. Nacido en el seno de una familia noble del Imperio Alemán, desde niño siempre tuvo inquietud por los cohetes y la exploración espacial, de hecho, con 12 años e inspirándose en el récord de velocidad de Max Valier y Fritz von Opel con coches propulsados por cohetes decidió repetir la hazaña con un coche de juguete al que ató unos fuegos artificiales que, lógicamente, explotaron y le llevaron a ser retenido por la policía de Berlín hasta que su padre fue a recogerlo a la comisaría. Poco tiempo después llegó a sus manos una copia de Die Rakete zu den Planetenräumen (Al Espacio en Cohete) de Hermann Oberth (con el que trabajaría años más tarde), un libro que avivaría su interés por la exploración espacial y que le hizo centrarse en el estudio de la física y las matemáticas.
En 1930 accedió a la Universidad Técnica de Berlín y allí se apuntó a la Verein für Raumschiffahrt (Sociedad para los viajes espaciales) donde colaboró con Hermann Oberth en el desarrollo de combustible para cohetes. Cuando estaba preparando su Doctorado, el Partido Nazi se hizo con el poder en Alemania y, dentro de la política de rearme de Alemania, los cohetes ocuparon un lugar destacado para su utilización en la artillería. A partir de ese momento, la investigación y el desarrollo de cohetes pasó a ser responsabilidad del ejército alemán y los investigadores, prácticamente, pasaron a ser personal al servicio del ejército. El 27 de julio de 1934, Von Braun obtuvo su doctorado en física con una tesis titulada "Sobre las pruebas de combustión" que sólo fue publicada parcialmente puesto que gran parte de ésta se consideró material clasificado por el ejército (y hasta 1960 no llegaría a ver la luz). En esa época, el equipo de investigación en el que trabajaba Von Braun había conseguido lanzar dos misiles que se elevaron una altura de 2,2 y 3,5 kilómetros respectivamente.
En esa época pero en Estados Unidos, Robert H. Goddard ya llevaba cierto tiempo trabajando también con cohetes, sin embargo, apenas logró financiación para sus investigaciones. Von Braun utilizó parte de los trabajos de Goddard para diseñar la familia de misiles balísticos Aggregate (el A-4 fue el conocido y temido V-2 alemán). La militarización de los cohetes disolvió cualquier tipo de sociedad civil y el ejército construyó un complejo de desarrollo e investigación en la localidad alemana de Peenemünde donde colocaron a un oficial de artillería, Walter Dornberger, al mando.
En 1937 Von Braun se afilió al partido Nazi y, 3 años más tarde, se hizo oficial de las Waffen-SS (aunque algunos documentos apuntan que lo hizo en 1933). Sobre este oscuro hecho, Von Braun siempre mantuvo que fue un movimiento político más que otra cosa porque, de no haberse unido, no hubiese podido continuar con sus investigaciones:
Me pidieron oficialmente que me uniese al Partido Nacional Socialista. En ese momento era el director técnico del Centro de cohetes del ejército en Peenemünde... Mi negativa de unirme al partido hubiese significado abandonar el trabajo de mi vida, así que decidí unirme. En la primavera de 1940, un coronel de las SS me visitó en mi oficina y me dijo que el Reichsführer-SS Heinrich Himmler le había enviado con el fin de que me uniese a las SS. Llamé a mi superior militar, el general Dornberger, y me dijo que si quería continuar con mi trabajo no tenía otra opción que unirme
Con el estallido de la guerra en 1939, la actividad del centro de investigación de intensificó con diseños y pruebas experimentales hasta que el 22 de diciembre de 1942, Hitler firmó la orden que aprobaba la producción del misil A-4 (la V2) como "arma de represalia 2" (Vergeltungswaffe 2) contra Inglaterra y cuyo destino sería bombardear Londres. Para la producción de estas armas, el régimen Nazi empleó a trabajadores procedentes de los campos de concentración, algo de lo que se cree que Von Braun era consciente puesto que algunos historiadores mantienen que visitó alguna de estas factorías. El 17 y 18 de agosto de 1943, bombarderos de la RAF lanzaron un ataque aéreo sobre el complejo de Peenemünde, lo cual hizo que la línea de producción se trasladase a cuevas y fábricas subterráneas.
Los primeros cohetes V2 estuvieron listos en septiembre de 1944 y se lanzaron contra Londres y contra Amberes (Bélgica). Estos cohetes, que viajaban a grandes velocidades, era muy difíciles de detectar y no se les oía llegar como para poder reaccionar y disparar una batería antiaérea. Para el final de la guerra, se habían disparado 1.155 misiles V-2 contra Inglaterra, así como otros 1.625 misiles contra Amberes y otros objetivos continentales.
Cuando muchos alemanes daban la guerra por perdida, a principios de 1945, Von Braun comenzó a pensar en su futuro. En la primavera de 1945, el ejército soviético se encontraba a 160 km de Peenemünde y el equipo de Von Braun emprendió la huída con el fin de caer en manos aliadas. Bajo la atenta mirada de las SS, el equipo se trasladó a los Alpes Bávaros y el 2 de mayo de 1945, el hermano de Von Braun encontró un soldado estadounidense al que se acercó para decirle:
Mi nombre es Magnus von Braun. Mi hermano inventó el V-2. Queremos rendirnos
Por aquella época, el ejército de Estados Unidos había activado la Operación Paperclip que tenía como objetivo capturar al mayor número de científicos alemanes que fuese posible y, por tanto, evitar que cayesen en manos soviéticas. Von Braun junto a 500 científicos de su equipo, sus diseños y varios vehículos de prueba fue un precioso botín que los Estados Unidos no dejaron escapar.
Era consciente que había creado un nuevo medio para la guerra y la pregunta era ¿a qué nación victoriosa estábamos dispuestos a confiar esta idea? Era una decisión moral más que nada. Queríamos ver el mundo a salvo de cualquier otro conflicto como el que Alemania había pasado y nos pareció que la mejor solución era entregarnos al ejército que estaba formado por personas que se guiaban por la Biblia puesto que esa era la mejor garantía de que el mundo fuese mucho más seguro
El equipo fue trasladado a Estados Unidos y acordaron trabajar para las Fuerzas Aéreas a cambio de quedar exonerados por su pasado nazi, las muertes ocasionadas y el uso de mano de obra esclava. Durante los 15 años siguientes, Von Braun trabajó en el desarrollo de misiles balísticos para Estados Unidos en Fort Bliss (Texas) y Huntsville (Alabama).
En Alabama, en 1950, Von Braun y sus colaboradores trabajaron en el desarrollo del misil balístico Júpiter y los cohetes Redstone usados por la NASA para los primeros lanzamientos del programa Mercury. En 1960, el centro de cohetes fue transferido a la NASA donde Von Braun se convirtió en el director del Centro Marshall de Vuelo Espacial de la NASA y responsable del diseño del cohete Saturno V que durante los años de 1969 y 1972 llevarían a los estadounidenses a la Luna. En esa época, Von Braun, que se nacionalizó estadounidense en 1955, era muy popular en Estados Unidos e intervenía en programas de TV de Disney en los que hablaba sobre el espacio y la exploración espacial, además de actuar como portavoz de la NASA y publicar una serie de artículos titulados "El hombre conquistará el espacio pronto" en la revista Collier.
Su nueva vida en Estados Unidos le llevó a convertirse en una persona sumamente popular y querida por los estadounidenses al haberles hecho ganar la carrera por alcanzar la Luna. De hecho, en 1975 fue galardonado con la Medalla Nacional de Ciencias y llegó a relacionarse, gracias a su cargo directivo de la NASA, con los distintos presidentes que dirigieron el país.
Entre 1970 y 1972 estuvo trabajando en Washington D.C. en el plan estratégico de la NASA y, después, decidió abandonar la agencia para trabajar en Fairchild Industries hasta que se retiró de ésta el 31 de diciembre de 1976 enfermo ya de un cáncer de colon que le provocaría la muerte 6 meses más tarde.
Por cierto, quien haya visto la película de Kubrik Dr. Strangelove or: How I Learned to Stop Worrying and Love the Bomb, posiblemente reconozca el guiño a la operación Paperclip con el personaje del Dr Strangelove, el antiguo nazi que actúa de asesor del presidente de Estados Unidos (ambos papeles interpretados por el genial Peter Sellers).